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Propiedad de los religiosos agustinos donde funcionó un taller de alfarería con mano de obra especializada africana. Los alfareros negros proveyeron a gran escala vasijas, platos y otros productos de cerámica a la región (s. XVII-XIX). Ubicación del punto de interés Enlaces |
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Hay registros de numerosos casos de conflictos entre esclavos y propietarios agustinos durante el período colonial. En 1785 se produjo una rebelión colectiva. No hay información de compra de esclavos por los agustinos, pero sí de un importante volumen de ventas que se multiplicó después de 1810. Se infiere que en el Carrascal se promovía la formación de familias de esclavos y así se reproducía el grupo. Ubicación del punto de interés |
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Los dominicos también fueron propietarios de esclavos, entre ellos el mulato Fernando Guzmán (1778-1838), un músico talentoso que fue considerado el “Juan Bach de la América española”, según Alejandro Mathus Hoyos. La presencia indígena en el Convento se reconoce a través del hallazgo arqueológico de cerámica que conjuga técnicas y diseños mestizos. |
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Propiedad de los Jesuitas donde funcionó un taller alfarero con mano de obra de indígenas y africanos esclavizados (s. XVIII). |
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Como en toda Hispanoamérica, durante el período colonial los mulatos o pardos libres de Cuyo integraron milicias que defendieron los territorios españoles. Luego de la Revolución de 1810, en la ciudad de Mendoza se organizó un Cuerpo de Cívicos Pardos con casi mil milicianos. Un miliciano destacado de esta fuerza fue Lorenzo Barcala. |
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Lugar de reunión pautado por un grupo de esclavos de la ciudad que en el año 1812 intentaron un levantamiento armado contra sus amos y el gobierno con el propósito de hacerse libres y marchar a Buenos Aires para unirse a los ejércitos patrios. Con la idea de motivarse, circularon un manuscrito que proclamaba su patriotismo y lealtad a la Junta de Buenos Aires. Por las declaraciones de los acusados y los testigos de la causa se sabe que los negros desarrollaban un intensa sociabilidad, circulando por distintos espacios de la ciudad. Así, su plan se había gestado en charlas en pulperías, calles públicas, conventos, viñas, fandangos y encuentros festivos en casas particulares en distintos barrios de la ciudad. |
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Fue transitada por vecinos españoles, criollos, negros e indígenas huarpes como paso hacia y desde las lagunas de Guanacache. |
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Lugar de instrucción militar del Ejército de los Andes, compuesto por más de 1500 negros libertos, en su mayoría de las provincias de Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis), que integraron los batallones regulares N°7 y 8 de Infantería. El General San Martín valoraba especialmente su desempeño en esas armas. |
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La propiedad y su cercanía a la Plaza Principal de la ciudad muestran la movilidad social que alcanzó este pardo libre como militar. Fue instructor del Ejército de los Andes y comandante del Cuerpo de Cívicos Pardos de Mendoza; alcanzó el grado de coronel graduado, máximo obtenido por un militar negro. |
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Entre los siglos XVI y XVIII la población indígena fue encomendada para otorgar tributo o servicio personal a algún vecino español que, a cambio, debía ocuparse de su evangelización. Una encomienda de los indios del cacique Goaymalle fue otorgada al Capitán Alonso de Reynoso en tierras del actual distrito de Dorrego, Guaymallén. Este lugar se conoció luego como Barrio del Infiernillo, pues allí funcionaban hornos para la producción de ladrillos, tejas y cerámica con trabajo de indígenas (s. XVI a XVIII). |
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En 1810 el Cabildo dispuso subdividir la ciudad en cuarteles para facilitar la administración de los asuntos públicos. Según un padrón de población de la Ciudad realizado en 1823/4, en el Cuartel 1 se radicaba la mayor cantidad de indios (297 sobre 541 que vivían en la ciudad); en el 2 el mayor volumen de negros libres (294 sobre 998); y en el 4 la mayoría de los esclavos (80 sobre 374). Además, el 4 reunía la segunda mayor porción de negros libres (284). Ese padrón muestra una mayor radicación de indígenas en los márgenes del espacio urbano y en la Campaña (770); y la integración mayoritaria de los negros en la vida urbana (1372 contra 707 anotados en la Campaña). |
Durante el período colonial y buena parte del siglo XIX en la ciudad de Mendoza, convivieron europeos -sobre todo españoles- y sus descendientes criollos, con una mayoría formada por mestizos, indígenas, negros y mulatos. Los habitantes prehispánicos, predominantemente huarpes, a pesar del descenso demográfico y del desplazamiento territorial continuaron habitando la ciudad. Los de origen africano, esclavos y libres llegaron a constituir la tercera parte de la población a principios del siglo XIX. Sin embargo, los registros históricos y arqueológicos de esas presencias han tenido escasa difusión pública. La sociedad mendocina conoce muy poco sobre estos grupos sociales, que también legaron sus descendencias étnicas, cultura y memorias. Esta cartografía busca contrarrestar estas desatenciones y registra algunos lugares de presencia y circulación de esos habitantes en el área metropolitana durante los siglos XVII a XIX. Apelando a la curiosidad e imaginación del lector, el mapa invita a recorrer el territorio rastreando y vivenciando la presencia histórica de indígenas, negros y mulatos. |
Esta cartografía fue elaborada en el marco del Proyecto Patrimonio Cultural de Mendoza. Registro, análisis y prospectiva de bienes culturales-ambientales como recurso de desarrollo local e innovación socio-cultural. |
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