El colapso de la ciudad colonial

La ciudad colonial tuvo su colapso en 1861: en el mes de marzo, un terremoto la afectó físicamente y la dejó reducida a escombros. Las pérdidas materiales fueron prácticamente totales; las humanas afectaron a un amplio porcentaje de la población urbana.

Los mayores daños se produjeron en el núcleo fundacional, donde estaba concentrada la mayor parte de la población y sus principales edificios, entre ellos, el cabildo. Este edificio albergaba, luego de la independencia, algunas dependencias del gobierno local, como la Casa de la Justicia y la cárcel.

Conjunto Refugio Lemos, Tunuyán, Mendoza RP 94
Colección Christiano Junior. Imágenes de las ruinas de la iglesia de San Francisco tras el terremoto de 1861, 1880 c. / Fuente: AGM
Conjunto Refugio Lemos, Tunuyán, Mendoza RP 94
Colección Christiano Junior. Imágenes de las ruinas de la iglesia de San Agustín tras el terremoto de 1861, 1880 c. / Fuente: AGM

El terremoto cerró un capítulo de trescientos años de vida urbana a partir de la paralización del desarrollo que el núcleo colonial había experimentado hasta ese momento, y propició el surgimiento de la imagen de sitio peligroso sobre la antigua traza fundada en 1561.

El movimiento telúrico, además, posibilitó materialmente dejar atrás el pasado colonial, objetivo político que perseguían los grupos liberales que trabajaban con miras a la modernización, el crecimiento económico y la transformación cultural del país.

Conjunto Refugio Lemos, Tunuyán, Mendoza RP 94
Colección Christiano Junior. Imágenes de las ruinas de la iglesia de Santo Domingo tras el terremoto de 1861, 1880 c. / Fuente: AGM