La brújula de la ciudad
La nueva trama urbana se organizó en torno a una gran plaza-parque central, denominada «Independencia», y cuatro plazas satelitales.
Tres de ellas recibieron sus nombres en homenaje a los países y ciudades que habían socorrido a Mendoza después del terremoto: la del noroeste se denominó «Chile» (mantiene ese nombre); la del sudeste, «Montevideo» (hoy España); la del sudoeste, «Lima» (hoy Italia). La plaza del nordeste (hoy San Martín) fue bautizada «Cobo» en honor a quien había introducido el álamo en Mendoza.
En el plano puede apreciarse la ubicación de las dos ciudades unidas por el eje de la Av. del Oeste, 1887 / Fuente: Lagomaggiore, Luis, 1889
El sistema partió de la base de una retícula en forma de damero que dio lugar a la formación de manzanas materializadas a través de volumetrías arquitectónicas y que en su interior poseían centros “verdes”.
Con calles y veredas de mayores dimensiones que las del antiguo núcleo colonial, la nueva ciudad integró y regularizó en su trazado acequias y árboles, y así se conformó el sistema calle / acequia / árbol / vereda.
Ese sistema, luego conocido como «ciudad oasis», la convirtió en una ciudad arbolada en el marco de un clima semiárido.