En el paraje Agua de la Zorra los científicos todavía pueden identificar restos e improntas de uno de los bosques petrificados in situ más espectaculares del país y el primero que se descubrió en América del Sur. Fue identificado en 1835 por el naturalista inglés Charles Darwin cuando, durante su travesía americana, exploró las vertientes de la cordillera de los Andes. Los estudios científicos estiman que el bosque estaba formado por coníferas y corystospermas. Las coníferas pertenecen a la familia Araucariaceae, vinculadas con las actuales araucarias. Los árboles crecieron en un área pantanosa de clima subtropical seco, a mediados del período Triásico (251-201 Ma), cuando estos territorios formaban parte del bloque continental Godwana. Se conjetura que su desaparición fue provocada por un evento volcánico.
En el sitio en el que Darwin identificó los restos fosilizados se ha colocado una placa de mármol, aunque en la actualidad, como resultado del paso del tiempo y de la depredación humana, sólo la mirada entrenada de los científicos puede identificar los vestigios del milenario bosque.
Relatos de la Ruta 52: audios. El Bosque Darwin
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