El camino del Villavicencio y Alto Paramillo, que en la actualidad constituye la Ruta Provincial N° 52, es una de las vías de comunicación más antiguas que recorren el territorio de la provincia de Mendoza. Algunas partes de su trazado han sido utilizadas desde los tiempos prehispánicos y luego de la conquista española, en el siglo XVI, se convirtió en un importante camino del imperio español americano que era conocido como Camino Real del Oeste y vinculaba el Atlántico y el Pacífico a través de las pampas y la cordillera. A principios del siglo XIX se transformó en una ruta internacional que comunicaba el espacio chileno y el rioplatense, pero a partir de 1910, cuando se inauguró el Ferrocarril Trasandino que unía Mendoza y Santiago, fue quedando relegado. Finalmente, Vialidad Nacional modernizó el trayecto de la Ruta Nacional Nº 7 que pasaba por Mendoza modificando su trazado debido a la peligrosidad de sus curvas y pendientes. Entre 1960 y 1970 la ciudad fue conectada con Uspallata a través de Potrerillos por medio de un camino asfaltado paralelo a las vías del ferrocarril que seguían el curso del río Mendoza. Así, esta parte de la antigua ruta a Chile terminó convirtiéndose en el camino a Villavicencio y disminuyó la circulación por la sierra de Uspallata.
Los trabajos multidisciplinarios destinados a revalorizar el rico patrimonio natural y cultural asociado a este antiguo camino son resultado de la suma de esfuerzos de la Municipalidad de Las Heras con el INCIHUSA y el IANIGLA (CONICET) apoyados por Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT) a través del programa de Apoyo Tecnológico al Sector Turismo (ASETUR). El objetivo es difundir la riqueza de la flora y fauna nativa, de las formaciones geológicas que exhibe y del pasado de las sociedades que lo han transitaron. Se trata de una forma de contribuir, desde la investigación científica, a la conservación del patrimonio natural y cultural de Mendoza.
Explorando la Ruta 52: imágenes en movimiento
El transcurso del tiempo desdibuja las formas y sentidos que la sociedad otorga a determinados espacios en momentos específicos. De esta forma, a través de los siglos, se superponen estratos de experiencias cuyos significados se pierden o transforman.
Contáctenos por este medio!