Denominada originalmente Alpatacal, fue renombarada Cadetes de Chile en homenaje al trágico accidente que ocurrió en 1927, por el cual la estación ocupó las primeras planas de varios periódicos argentinos y chilenos.
En ese año, en horas de la madrugada cadetes chilenos se trasladaban a los actos de inauguración del monumento al general Bartolomé Mitre, en Buenos Aires. La formación de 16 coches, en su mayoría dormitorios, era conducida en doble tracción por las locomotoras 1071 y 1407, chocó con una formación de siete coches procedente de Retiro (Buenos Aires). Las dos locomotoras quedaron absolutamente destruidas y sus ocupantes muertos. El saldo de la catástrofe fue de 30 muertos, de los cuales 18 eran ferroviarios y 12 militares, y el número de heridos de consideración, 12 y 48 respectivamente.
Como homenaje a los caídos y para perpetuar su memoria, la empresa del F.C.Pacífico, en el lugar del accidente, a un costado de la vía, erigió un monumento de 4,50 metros de altura. La obra fue realizada por el escultor argentino Alberto Lagos. El motivo esencial es la figura de una mujer erguida que sostiene en su mano derecha, una palma, la palma de los mártires, y simboliza el dolor ante la fatalidad. En la parte central lleva motivos decorativos y todo el conjunto descansa sobre un bloque de granitos argentino y chileno. El 17 de octubre de 1927 el Congreso sancionó las leyes 11.396 y 11.397, según las cuales se cambiaba el nombre a las estaciones Alpatacal y Sopanta. Estas pasaban a llamarse “Cadetes de Chile” y “Maquinista Levec” respectivamente.